Tras la la publicación de impacto ambiental del proyecto de fábrica de celulosa conocida como Greenfiber que la empresa lusa Altri quiere poner en marcha en la comarca de la Ulloa, desde el Partido Comunista de los Trabajadoras de la Galicia (PCTG), pensamos que es el momento de emitir una valoración y posicionarnos en torno a la construcción de la citada planta. Aunque una parte importante de la clase obrera en Galicia sospechara sobre el impacto de la fábrica, se debe asumir que la información suministrada por la empresa promotora y por la Xunta de Galicia fue escasa y también varió desde el comienzo del proyecto y, por tanto, las posibilidades de análisis eran muy limitadas. La primera conclusión que debemos obtener de la construcción de la fábrica de Altri en la comarca de la Ulloa es que debemos contar con reflexiones científicas al servicio de los intereses de la clase, pues muchas de las reflexiones emitidas desde el comienzo respondieron claramente a perjuicios (dada la ausencia de datos) o a intereses partidistas o económicos que pueden o no coincidir con los intereses del conjunto de la clase obrera y que, por tanto, nos dejan en posición de defender intereses ajenos a los propios como clase.
El proyecto, que rápidamente despertó la oposición de amplios sectores de la comarca de la Ulloa que temían que la factoría ponía en peligro el medio ambiente, pero también el modo de vida y los sectores productivos relacionados con la ganadería ya instalados en ese territorio. Para entender bien el proyecto y todas las implicaciones que puede tener es necesario primero conocer bien las características medio-ambientales y sociales del territorio en el que se pretende asentar.
La fábrica de celulosa se situaría al lado de la sierra del Careón, que es una zona ZEC (zona especial de conservación). Esta sierra diferenciara por un suelo con características muy particulares debido las rocas que el forman. Entre estas características destacan pH neutros, baja materia orgánica, unas propiedades químicas excepcionales como una elevada presencia de níquel y cromo, así como pobreza en nutrientes esenciales para las plantas. Esto provoca una elevada presión selectiva que permite encontrar especies de plantas endémicas. Esta claro que situar la fábrica en esta zona supondría un grave riesgo desde el punto de vista de conservación de la biodiversidad.
Desde el punto de vista socioeconómico las comarcas afectadas destacan por un peso importante de las pequeñas empresas asociadas la ganadería y el turismo asociado con el camino de Santiago. Esto puede verse en el importante peso que tienen los trabajadores por cuenta propia respeto el total de afiliaciones en los principales ayuntamientos de estas comarcas. Palas de Rei tiene un 37,3% de autónomos, Arzúa 37,60%, Monterroso 30,89% y Melide 29,58%. Todos muy por encima del peso que los autónomos y trabajadores por cuenta propia tienen en Galicia que es del 19%. El peso de la ganadería se ve en que las comarcas afectada suman el 15,7% de las explotaciones de bovino, el 16,34% de las cabezas de bovino y el 20 % de las vacas de leche. Respeto el PIB hay grandes diferencias entre unos ayuntamientos y otros. Lo de menor PIB por habitante (datos de 2020) sería Melide con 17.251€/año y lo de mayor PIB Palas de Rei con 24.234€/año. También cabe destacar que Palas de Rei en el 2020 tenía un PIB per cápita superior el gallego que era de 21.755€/año. Respecto al porcentaje de desempleo se situa inferior el gallego en todas las comarcas afectadas. Estos dos sectores se verían gravemente afectados por la instalación de Altri. Por una parte, una posible pérdida del atractivo turístico de la zona en beneficio de otras rutas del camino, por otro, se agravaría el cambio de superficie agrícola a forestal (en especial plantaciones de eucalipto). Como efectos positivos de la instalación a empresa señala que crearía 500 puestos de trabajo directos, aunque estudios de la Universidad de Santiago de Compostela rebajan esa cifra hasta 281, ya que la cifra dada por la empresa no concuerda con el gasto de personal que estima para la planta.
Respeto al consumo de agua de la planta sería de 46.000 m3 (metros cúbicos) por día, de los cuales devolvería el 65% (30.000 m3/día), perdiéndose 16.000 m3 el día. Con el agua devuelto se verterían 1,86 mg/l de de fósforo, 2 gr/l de sulfatos. A pesar de que los modelos numéricos usados en los informes presentados por la empresa aseguran que la calidad del agua del Ulla no se vería afectada, hay dudas de que puede pasar en situaciones de sequía o en los días en los que no se alcance un caudal suficiente para la dilución de los residuos. Por otra parte, esta planta sería de las plantas de celulosa de España que más partículas contaminantes emitiría a la atmósfera, lo cual podría provocar un empeoramiento de las enfermedades respiratorias debido a una pérdida en la calidad del aire.
En resumen: estamos hablando de una planta que se situaría en terrenos limítrofes con zonas que necesitan una protección específica para la conservación de la biodiversidad, que supone un riesgo para los sectores existentes en las comarcas afectadas, y que no tiene las garantías suficientes para asegurar que no supondrá un empeoramiento del agua y aire de la zona. Esto explica el descontento que produce el proyecto en las zonas afectadas, pero para que ese descontento sea realmente práctico, es necesario que se extienda la denuncia a todo el sistema capitalista: No vamos a tener control de nuestras vidas y de los entornos urbanos y rurales donde trabajamos y vivimos si estamos a la merced de los proyectos capitalistas, de sus empresas privadas y de las instituciones burguesas que los amparan.
De hecho, el proyecto de Altri, para llevarse a cabo, precisaría de una importante inversión pública (autonómico, estatal o de fondos de la UE). Una vez más se demuestra que existe un constante traspaso de las rentas del trabajo, impuestos o fondos públicos a monopolios europeos. A Xunta como buen gestor de los intereses de los monopolios actuo a través de la sociedad impulsa Galicia(de la cual es accionista mayoritario com un 40%,junto a otros monopolios como Abanca que tienen el 38%,Reganosa un 12% o Sogama) para favorecer la instalación de la planta. Pero el PSOE aun puede destinar recursos a través del gobierno central para la fabricación de la factoría, al igual que la Unión Europea a través de los fondos Next Generation. Existe una relación inseparable entre las empresas privadas y los partidos políticos capitalistas que no es fruto directo de un sistema político corrupto, si no de un sistema económico que promueve la corrupción y fomenta la existencia de grandes monopolios que concentrando gran parte de la riqueza, operan contra los intereses de la mayoría trabajadora. Solo el socialismo-comunismo puede convertir a los desposeídos en el capitalismo en los protagonistas de una sociedad justa en el económico y democrática en el político, capaz de garantizar una política industrial que tenga en cuenta los intereses sociales y la conservación de los ecosistemas en su conjunto. Por este motivo es imprescindible que la lucha contra este proyecto esté protagonizada por los trabajadores organizados, son ellos la única clase que tiene un interés y una necesidad objetiva de acabar con el poder de los monopolios y construir una sociedad en la que ellos y ellas tomen las decisiones en base a sus intereses. La esperanza para salvar el medio ambiente es únicamente la acción revolucionaria.
Comité Territorial del PCTG