El III Congreso del Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE) saluda y reconoce la resistencia del heroico pueblo cubano, que el 16 de abril de 1961, bajo la histórica declaración de Fidel Castro del carácter socialista de la Revolución, inició el camino de la construcción del socialismo al mismo tiempo que enfrentaba y derrotaba la invasión mercenaria de Playa Girón, organizada y respaldada por el imperialismo norteamericano.
Gran parte de la militancia y de los cuadros de nuestro Partido se ha formado y fortalecido junto a la lucha del pueblo cubano en defensa del socialismo, especialmente tras la contrarrevolución en la Unión Soviética y en los países de Europa del Este. Que Cuba mantuviera en alto la bandera del socialismo durante la difícil década de los noventa constituye un legado histórico que la Revolución Cubana ha transmitido a miles de comunistas en todo el mundo y, de manera especial, en nuestro país. Esa firmeza hizo posible desarrollar múltiples organizaciones e iniciativas de solidaridad e internacionalismo proletario, al tiempo que permitió a los y las comunistas de España crecer como militantes al calor de la Revolución cubana y afrontar con combatividad y firmeza revolucionaria los duros momentos de la caída del campo socialista.
La economía cubana, que había estado plenamente integrada en el campo socialista a través del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), se vio forzada a reorientar su inserción hacia un mercado internacional en el que dominan las relaciones capitalistas de producción. Las medidas adoptadas durante las distintas etapas del denominado período especial, entendidas como necesarias para preservar las conquistas fundamentales de la Revolución, han implicado la apertura de espacios para la presencia de capital extranjero en el país y el desarrollo de formas de gestión no estatales que han ido ganando peso, con figuras como los trabajadores por cuenta propia y, más recientemente, las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), las cuales cuentan con la autorización legal para contratar trabajadores asalariados, marcando un cambio significativo en la dinámica laboral y económica del país. Un sector privado que, en las difíciles condiciones económicas de Cuba, conlleva dinámicas objetivas que podrían contribuir al desarrollo de transformaciones significativas en la estructura económica del país, las cuales agudizan contradicciones de clase y generan desigualdades.
Nuestro análisis fraternal reconoce que el proceso de actualización del modelo económico cubano, en el complejo escenario actual, conlleva el desafío objetivo de preservar el carácter socialista de la economía. En este sentido, observamos cómo la consolidación del papel rector de la empresa estatal socialista se erige como un factor clave para la planificación centralizada y la orientación de los recursos hacia la satisfacción de las necesidades del pueblo trabajador. La experiencia histórica demuestra que la fortaleza de este sector estatal es fundamental para garantizar que la economía no se subordine a las deformaciones propias de las lógicas del mercado y asegurar que el desarrollo económico avance conforme a los principios socialistas.
Un contexto internacional marcado por el reflujo del Movimiento Comunista Internacional y el desarrollo de alianzas estratégicas entre las principales potencias capitalistas competidoras de Estados Unidos son factores que no favorecen un mayor desarrollo del socialismo. A ello se suma que, en varias décadas, no se ha producido en ningún país un proceso socialista de toma del poder por parte de la clase trabajadora, lo que ha limitado las posibilidades de abrir nuevos frentes de construcción socialista a escala mundial. Esta ausencia de victorias revolucionarias recientes refuerza la ofensiva ideológica del capitalismo, que pretende presentarse como única alternativa histórica, y coloca sobre los hombros del pueblo cubano el peso de mantener en alto la bandera del socialismo en medio de un terreno internacional profundamente adverso.
A lo largo de las décadas de construcción del socialismo en Cuba se han alcanzado destacados avances, entre ellos la ampliación de la educación y la salud públicas, la emancipación de la mujer trabajadora y campesina, el desarrollo científico y técnico —con hitos recientes como las vacunas contra la COVID—, el acceso universal a la cultura y al deporte, con diversos logros de reconocimiento internacional. Asimismo, el internacionalismo proletario se ha manifestado tanto en el ámbito militar —con la destacada intervención en Angola que contribuyó a la derrota del apartheid en Sudáfrica— como en el civil, con el envío de miles de médicos solidarios a diversas regiones del mundo.
No obstante, el pueblo cubano y el Partido Comunista de Cuba enfrentan desafíos actuales que impactan directamente en la calidad de vida, entre ellos la urgente mejora de la seguridad alimentaria y el sistema de salud, la recuperación y modernización del Sistema Eléctrico Nacional, la contención de la emigración y robo de talento y el envejecimiento poblacional, así como el fortalecimiento de los salarios y la estabilidad de la moneda nacional en un contexto de un sistema cambiario muy debilitado.
El pueblo revolucionario y la militancia comunista en Cuba han demostrado a lo largo de más de seis décadas pruebas extraordinarias de resistencia y combatividad en condiciones materiales muy severas, que habrían puesto a prueba la voluntad de muchas personas y militantes. Esta firmeza y compromiso excepcionales son elementos fundamentales que han forjado un carácter colectivo y una conciencia indispensables para enfrentar y superar los retos actuales.
El III Congreso del PCTE condena enérgicamente el criminal bloqueo impuesto a la isla y su recrudecimiento en los últimos años, ejecutado por las sucesivas administraciones estadounidenses, así como contra la injusta e infame inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Todas estas medidas de guerra económica han causado severos daños a la economía cubana y a su heroico pueblo, que ha demostrado numerosos ejemplos de creatividad y resistencia. Desde el PCTE reafirmamos nuestra inquebrantable solidaridad con el Pueblo de Cuba y su Revolución. Nuestra militancia mantendrá sus esfuerzos en la denuncia política del bloqueo y en la participación en las campañas de solidaridad material y política, con el firme convencimiento que la causa de la Revolución Socialista cubana es la causa de todos los comunistas y pueblos del mundo.