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Contribución del Partido Comunista de los Trabajadores de España al Seminario “Experiencias y dificultades en la organización de los partidos comunistas. Vigencia del Partido Comunista en la lucha por el socialismo”, convocado con motivo del 100 Aniversario del inicio de la lucha comunista en México y el 25 aniversario de la reorganización del Partido Comunista de México.

En pie tras un siglo de lucha.

Estimados y estimadas camaradas:

En nombre del Comité Central del Partido Comunista de los Trabajadores de España, quiero trasladar un caluroso saludo revolucionario e internacionalista proletario al Partido Comunista de México con motivo de su centenario. También a las delegaciones internacionales presentes en estos importantes actos.

Nuestros partidos forman parte de una misma tradición política, nacida bajo el impulso de la Gran Revolución Socialista de Octubre y organizada por la Internacional Comunista, que en nuestros países desempeñó un determinante papel para el nacimiento y desarrollo de nuestros respectivos partidos.

Tras un siglo de lucha, los comunistas mexicanos y españoles seguimos en pie, a pesar de las importantes dificultades que hemos tenido que atravesar. A pesar del triunfo del eurocomunismo y de otras corrientes liquidacionistas que triunfaron temporalmente en nuestros países, y resistiendo la marea contrarrevolucionaria que siguió a la caída del Muro de Defensa Antifascista de Berlín, hace ahora tres décadas.

En tiempos de contrarrevolución.

La lucha de los comunistas que nos incorporamos a la militancia en plena contrarrevolución no ha sido una tarea sencilla. Esa es una primera cuestión que quisiéramos trasladar a este Seminario para la consideración de los partidos hermanos participantes. La experiencia de las últimas décadas de lucha en defensa del Partido Comunista se desarrolla en las adversas condiciones creadas por la contrarrevolución en la Unión Soviética y en los países socialistas del Este de Europa.

Pero, además, en países como México o España se da tras un proceso previo de liquidación de nuestros partidos. Enfrentamos la contrarrevolución sin un análisis previo del proceso que se vivía en los países socialistas y sin las armas necesarias para hacer frente a la crisis existente en el Movimiento Comunista Internacional desde hacía décadas y que la contrarrevolución situaba en un nivel muy superior.

Por eso, el inicio del proceso de reorganización del Partido Comunista de México o de lucha por en defensa de un partido marxista-leninista en España a lo largo de los años 90, jugaron un papel determinante.

En las peores condiciones, comenzamos de nuevo a caminar. Y en ese camino alcanzamos una primera conclusión, fruto de la experiencia acumulada: no es posible desarrollar un Partido Comunista en condiciones de contrarrevolución si no se hacen los esfuerzos ideológicos necesarios para comprender las causas que condujeron al derrocamiento del primer intento de construcción del socialismo-comunismo en toda una serie de a países, especialmente en la URSS. No se puede luchar en condiciones de contrarrevolución si no se conocen las causas de la derrota temporal sufrida y si no se llega al convencimiento de que es preciso defender las enseñanzas y aportaciones de un siglo de lucha comunista. Sin lo primero, estamos condenados a repetir errores; sin lo segundo, estamos condenados a mantenernos a la defensiva, en el mejor de los casos, o a la mutación de nuestros partidos.

El internacionalismo proletario como factor clave.

Un segundo factor clave es la defensa del internacionalismo proletario, la conciencia de pertenencia a una misma clase obrera mundial y a su movimiento comunista. Es probable que nuestros partidos no hubieran resistido, y que el proceso de construcción partidista se hubiera retrasado notablemente, si no hubiéramos participado activamente, a costa de un importante sacrificio, en los distintos eventos convocados a escala internacional.

Al respecto, queremos poner dos ejemplos que consideramos de gran importancia. El primero de ellos, la participación en el XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes reunido en la Habana en julio y agosto de 1997, en donde por primera vez desde la contrarrevolución, se reencontraron comunistas de distintos países, en su gran mayoría jóvenes comunistas por aquel entonces, muchos de los cuales se han convertido con el paso de los años en cuadros comunistas que asumen tareas esenciales en sus respectivos partidos.

El segundo de ellos, la convocatoria por parte del Partido Comunista de Grecia del I Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros, reunido en Atenas en 1998 con la participación de 57 partidos de 50 países, y que venía a marcar un punto de inflexión en el reagrupamiento del Movimiento Comunista Internacional tras el derrocamiento.

Todos estos esfuerzos permitieron un intercambio de experiencias, multilateral y bilateral a todos los niveles, que supuso un importante punto de apoyo para poner freno a la dispersión de los comunistas en formaciones de “izquierda”, a la renuncia al marxismo-leninismo y al papel histórico que debe jugar la clase obrera, al abandono de la toma revolucionaria del poder y la construcción del socialismo-comunismo como objetivos.

Posteriormente, la creación de la Revista Comunista Internacional de la que somos miembros junto al PCM, y de la Iniciativa Comunista Europea a escala regional, supusieron nuevos e importantes pasos en la coordinación internacional de aquellos partidos que compartimos una misma posición político-ideológica marxista-leninista y una misma visión estratégica.

Por tanto, junto al análisis de las causas del triunfo temporal de la contrarrevolución y la defensa del pasado socialista de la Unión Soviética y de otros países socialistas, la necesidad de mantener una posición consecuentemente internacionalista y ligada por tanto al Movimiento Comunista Internacional, es una segunda conclusión que quisiéramos compartir.

Tres décadas de experiencia en defensa del Partido Comunista.

Pero el partido comunista no se desarrolla en una urna de cristal. Luchamos y nos desarrollamos en el marco de una feroz lucha de clases en la que se produce una penetración constante de las posiciones burguesas y pequeño burguesas en el seno del movimiento obrero.

En España, como en otros países, hemos tenido y tenemos que hacer frente a todo tipo de corrientes que tienen entre sus fines terminar con el partido y con su influencia en la clase obrera. Desde los años 90 hemos tenido que continuar enfrentando hasta nuestros días la presión de los restos del eurocomunista para diluir el partido bajo el pretexto de la unidad de la “izquierda”, diluir la acción comunista en frentes amplios, bajo una u otra denominación, que terminan siempre supeditados a la socialdemocracia y defendiendo la gestión del capitalismo como mal menor. Hemos sufrido cuestionamientos serios sobre el papel de la clase obrera como sujeto revolucionario e intentos de sustitución de la clase por masas amorfas, bien sean denominadas “multitud”, “ciudadanía” o “la gente”, tanto en los tiempos del llamado “movimiento antiglobalización” como en el “movimiento de las plazas” o 15M en España, en el que se cuestionó con especial intensidad el papel de las organizaciones tradicionales de la clase obrera: partido y sindicato.

Y a día de hoy siguen ese tipo de ofensivas y se endurecen tras la constitución de fuerzas de la nueva socialdemocracia como Podemos y Unidas Podemos. Baste como ejemplo la forma de enfocar las llamadas huelgas feministas o la última huelga por el clima. Tratando de supeditar al movimiento obrero y popular a la gestión socialdemócrata del capitalismo, como ha confirmado el reciente acuerdo suscrito entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez para conformar un nuevo gobierno en España. Imponen la lógica del mal menor y tratan de encerrar al movimiento obrero en la lógica del parlamentarismo burgués, despareciendo toda perspectiva socialista.

Frente a estas posiciones, el PCTE defiende la completa independencia de la clase obrera, que se manifiesta en la independencia ideológica, política y organizativa del propio partido, concebido como destacamento organizado de vanguardia de la clase obrera e instrumento insustituible en la lucha por el derrocamiento del capitalismo y la construcción de la una nueva sociedad socialista-comunista.

El factor subjetivo. La clase obrera como centro de la acción partidista.

España es un país imperialista, en el que el desarrollo de las fuerzas productivas permitiría satisfacer las necesidades del conjunto del pueblo. Han madurado las condiciones objetivas que permiten el tránsito a una sociedad superior, el que desaparezcan todas las trabas impuestas por las relaciones capitalistas de producción mediante la socialización de los medios de producción concentrados y la economía centralmente planificada.

En estas condiciones, el factor subjetivo ha pasado a un primer plano y marca las prioridades del trabajo del PCTE. La organización de la clase obrera en una perspectiva revolucionaria es la única prioridad, pues la lucha por el socialismo-comunismo es la tarea de nuestro tiempo, lo que no depende de la correlación de fuerzas que pueda existir en uno u otro momento, en uno u otro país.

Desde nuestro 11º Congreso Extraordinario, nuestra prioridad ha sido impulsar un trabajo multifacético de la militancia en el seno de la clase obrera. En los centros de trabajo, a través de la acción sindical organizada y mediante la organización de células de empresa o sector. En los barrios obreros de nuestras ciudades. En los centros de estudio, defendiendo el derecho a la educación de los hijos e hijas de la clase obrera. Un trabajo que comienza a dar sus resultados y del que haremos una primera evaluación en nuestra Conferencia de Movimiento Obrero y Sindical, que tendrá lugar en 2020.

El próximo año será especialmente intenso para el PCTE. Por un lado, como hemos dicho, tendrá lugar nuestra Conferencia de Movimiento Obrero, por otro, celebraremos el 100 aniversario de la fundación del primero Partido Comunista en España, hijo de la Comintern, en cuya constitución y desarrollo jugaron un destacadísimo papel los comunistas mexicanos que trabajaban para la Internacional.

Camaradas, celebramos con especial entusiasmo el 100 Aniversario del Partido Comunista de México, con el que a lo largo de la historia hemos compartido trinchera. Rendimos homenaje a los hombres y mujeres que desde los tiempos de la Internacional ayudaron decisivamente a levantar nuestro Partido, a quienes heroicamente entregaron su vida en nuestra Guerra Nacional Revolucionaria contra el fascismo, encuadrados en las filas de las Brigadas Internacionales; a quienes acogieron a los brigadistas y a miles y miles de nuestros exiliados; a todos los camaradas que hoy os mantenéis firmes, bajo las banderas del Partido Comunista de México, defendiendo el marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario. Vuestra resistencia es la nuestra, vuestras victorias nuestras victorias. Adelante con paso firme, camaradas.

¡Viva el Partido Comunista de México!

¡Proletarios de todos los países, uníos!

 

Madrid, noviembre de 2019

Buró Político del PCTE