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Declaración de la Iniciativa Comunista Europea

Han pasado veinte años desde el inicio de la agresión de la OTAN contra la República Federal de Yugoslavia en la que en los 78 días de bombardeo fueron asesinados al menos 2.500 civiles y heridas más de 12.500 personas, se causaron más de 100.000 millones de dólares en daños y además se contaminó el medio ambiente con uranio empobrecido y otras armas no convencionales y prohibidas y se destruyeron propiedades e infraestructuras civiles. Mujeres, niños, ancianos, madres con sus recién nacidos, pacientes de hospitales, columnas de refugiados, agricultores del campo, pasajeros de buses y trenes, trabajadores en fábricas y oficinas, periodistas… todos fueron víctimas inocentes del terror de la OTAN. Hasta hoy, nadie ha sido responsabilizado o procesado judicialmente por estos graves crímenes pero ha de culparse al imperialismo de los EE.UU. y la OTAN y a la UE.

Entre el 24 de marzo y el 11 de junio de 1999, la República Federal de Yugoslavia y sus habitantes se enfrentaron al despiadado ataque de la mayor alianza militar del mundo. Es difícil comparar el poder militar utilizado, debido a la absoluta desproporción cualitativa y cuantitativa de la fuerza empleada.

La agresión de la OTAN a la RFY fue un ataque imperialista. La experiencia histórica nos enseña que la clase burguesa y las alianzas imperialistas utilizan las problemáticas existentes de las minorías y/o crean las aún inexistentes para dividir a los pueblos con el fin de imponer la política del “divide y vencerás”.

La ofensiva de la OTAN violó toda noción del derecho internacional que usan los imperialistas como excusa en función de sus propios intereses, ya que usan los derechos humanos con el fin de intervenir en contra de los pueblos.

La guerra librada por la OTAN en nombre de la defensa de los derechos humanos acabó en crímenes de guerra y población civil asesinada.

Yugoslavia sirvió como laboratorio experimental para las intervenciones posteriores en Afganistán, Iraq, Libia y Siria.

La fundación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el 4 de abril de 1949, en colaboración entre los EE.UU. y los países capitalistas europeos, creó el brazo armado del imperialismo para la defensa del sistema de explotación y la prevención de cambios revolucionarios en Europa, con el fin de atacar a la Unión Soviética y el resto de países socialistas de Europa del este.

Desde sus inicios la OTAN ha sido un bloque político y militar agresivo y poderoso y un bastión de la guerra fría, fomentó una expansión masiva de los armamentos nucleares y convencionales y sigue siendo responsable de acumular increíbles arsenales de armas bélicas y de destrucción masiva.

A pesar de la contrarrevolución que presenció el fin de la URSS y la disolución del Pacto de Varsovia (fundado en 1954 como respuesta a la agresión de la OTAN), la OTAN, en vez de disolverse, aumentó sus fuerzas y su alcance.

Los partidos de la Iniciativa Comunista Europea deben fortalecer la lucha contra las guerras imperialistas, la OTAN y todas las alianzas imperialistas.

¡Fortalezcamos la lucha contra las guerras imperialistas, la OTAN y todas las alianzas imperialistas!

¡Acabemos con el sistema de explotación que alimenta las guerras, las crisis, los refugiados, la explotación!

¡Viva el socialismo!

 

23/3/2019