Los Partidos de la Acción Comunista Europea se reunieron por teleconferencia, dirigida por el Partido Comunista de Turquía, el 28 de septiembre de 2025, bajo el título “La maquinaria bélica del euroatlantismo, la OTAN y la UE contra los pueblos. La propuesta de salidad de los comunistas en condiciones de intensificación de la competencia imperialista”.
Esta reunión tuvo lugar justo unos días después de la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas, que expuso las rivalidades, los conflictos y las guerras regionales interimperialistas en todo el mundo.
De nuevo, se hizo evidente la hipocresía de los gobiernos burgueses, cuyos intereses están vinculados a la guerra.
En los últimos días, se han unido nuevos países al reconocimiento de Palestina. Aunque esto es un resultado directo del fracaso de Israel en el aplastamiento de la resistencia palestina y permite al pueblo palestino luchar en una posición mejor al utilizar el movimiento de solidaridad de los pueblos a lo largo y ancho del plantea, también es una expresión del aumento de la competencia entre el capital estadounidense y de la UE, nutrida por un deseo de promove sus intereses en la región. Además, la cuestión sigue siendo que estos países europeos promueven aún una Palestina que no es un estado real en todos los aspectos, aunque ahora sí la reconozcan. En este sentido, el reconocimiento funciona como apariencia de progreso sin fundamento.
Se debe recordar que todos los gobiernos que exoresan la llamada retórica contra la guerra se comprometieron en la última cumbre de la OTAN a aumentar sus gastos bélicos. A lo largo de este año, han seguido aumentando los presupuestos militares, fondos con los que en la práctica aumentan los preparativos de nuevas guerras.
Ésta es la lógica del propio sistema. Dentro del sistema imperialista, todos los estados capitalistas, a un nivel u otro, se ven arrastrados a estos compromisos; son obligados a competir por mercados, materias primas, corredores energéticos y rutas de transporte y, cuando es necesario, recurren a la guerra.
Romper esta cadena exige que elevemos las luchas anticapitalistas y antiimperialistas en cada uno de nuestros países.
En esta teleconferencia, nuestros partidos valoraron los últimos acontecimientos dentro de las estructuras euroatlánticas —sobre todo la OTAN y la UE— y las tensiones y conflictos asociados a ellos. Guiados por nuestra lucha prolongada, declaramos nuestra determinación de continuar la lucha en cada uno de nuestros países y a lo largo de Europa en su conjunto.
Debemos exponer las mentiras que cuentan la OTAN, la UE y los gobiernos burgueses en la aplicación de sus planes bélicos.
Debemos mostrar cómo el gasto militar afecta a los trabajadores y la subsistencia del pueblo, que éstos suponen recortes en el gasto social y sanitario, en la educación, las pensiones, y en otros ataques contra los derechos y condiciones de vida de los trabajadores y los pueblos. Solo con la solidaridad internacional de la clase obrera podemos resistir estos ataques y confrontar un sistema que mercadea nuestra subsistencia por la guerra y el beneficio.
Debemos resistir los intentos de los gobiernos de justificar políticas represivas y de restricción de libertades con el pretexto de la amenaza de guerras y tensiones imperialistas.
Debemos intensificar la lucha por la desvinculación de nuestros países de la guerra y de los planes imperialistas de la OTAN y la UE. Debemos elevar nuestras voces ante los conflictos que, dentro de este irracional sistema de explotación, pueden salirse de control en cualquier momento y escalar hasta la guerra nuclear, amenazando la propia existencia de la humanidad.
El imperialismo solo puede ser derrotado por el movimiento obrero revolucionario.
Abajo la guerra imperialista y la explotación: viva el futuro socialista de nuestros países y el mundo.