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El denominado “acuerdo del siglo” presentado por la administración Trump junto con el líder corrupto de Israel, Netanyahu, es otro desgraciado intento de apoyar y reforzar las acciones del opresor.

No es ni un tratado de paz ni un acuerdo entre iguales. Fortalece y ampara la ocupación israelí, apoya la anexión del valle del Jordán y mantiene los asentamientos. Viola los derechos soberanos del pueblo palestino.

Como partidos comunistas y obreros de la Iniciativa Comunista Europea, condenamos, de la forma más firme, esta iniciativa traicionera y muy peligrosa. Consideramos el plan como un trozo de papel sin validez e irrelevante, que ha excluido los deseos del pueblo de la región.

Este instrumento es una exigencia al pueblo palestino de rendir sus derechos y libertades fundamentales, sus derechos a librarse de la ocupación, a liberar los territorios palestinos y a crear un estado palestino independiente. Es un aval a la anexión israelí.

El plan, que se ha diseñado para hacinar al pueblo en varios enclaves, no tiene nada que ver con los intereses del pueblo en la región. Si se aplica este acuerdo, en los próximos años la predominancia de la burguesía israelí y las potencias imperialistas aumentará. El “acuerdo” viene a servir a los intereses criminales del estado burgués israelí y sus aliados imperialistas.

El miserable esfuerzo de Trump de sobornar al pueblo palestino y de los países vecinos, con el pretexto del “desarrollo”, será a costa de su libertad, paz y lazos históricos. El llamado desarrollo o prosperidad no beneficiará el bienestar del pueblo sino que servirá para llenar los bolsillos de los dueños de los monopolios.

El plan niega de forma provocadora e injusta los derechos de retorno de millones de refugiados y sus hijos y nietos, familias expulsadas por la fuerza de su tierra.

La experiencia resalta la necesidad de la unidad de la clase obrera, el fortalecimiento de la lucha del pueblo palestino y la intensificación de la solidaridad internacionalista. Ningún enfoque colaboracionista de clases puede traer paz y libertad al pueblo de Palestina.

Los partidos comunistas y obreros de Europa se solidarizan plenamente con el pueblo de Palestina contra la ocupación, a favor de la fundación de un estado independiente con Jerusalén Este como su capital, la liberación de los presos palestinos y la garantía del derecho de retorno de los refugiados. Debe ser el pueblo de la región, y ningún otro actor extranjero, quien decida su propio futuro, y el derecho a decidirlo pertenece sólo a ellos. Frente a todos los “acuerdos” sucios, apoyaremos la resistencia del pueblo palestino.

¡Abajo el llamado “acuerdo del siglo”!

¡Abajo el imperialismo!

¡Viva la solidaridad internacionalista entre el pueblo trabajador de Palestina y Oriente Medio!