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Compañeros y compañeras de SNIACE:

La historia de vuestra fábrica es la historia de la lucha de sus trabajadores y trabajadoras y de sus familias en defensa de los puestos de trabajo durante décadas. Prácticamente todas y todos los que suscribimos esta resolución hemos crecido durante las diferentes generaciones como personas y como militantes con las luchas de SNIACE, tanto los que hemos tenido familiares dentro como los que no. Hemos explicado esas luchas más allá de Cantabria con la misma pasión que si se tratase de nuestro centro de trabajo. A fin de cuentas, dentro o fuera de esas rejas, formamos parte de la misma clase. Más allá de un contrato de trabajo, como trabajadores y trabajadoras nuestros destinos caminan de la mano.

Habéis sido, vosotros y vosotras, desde la unidad, los únicos responsables de que SNIACE haya permanecido operativa hasta ahora. Y de la misma forma, vais a ser vosotros y vosotras los únicos protagonistas necesarios para el nuevo futuro de la fábrica. La lucha ha sido la única receta válida en todo este tiempo: únicamente cuando os habéis decidido a luchar en el centro de trabajo, en las calles de la ciudad o frente a las instituciones, es cuando habéis logrado avanzar en la defensa de vuestros intereses y vuestra dignidad.

Al igual que años atrás, nada podemos esperar de esta dirección y de este consejo de administración con un marcado carácter de clase. Ellos, que sí se reconocen como una misma clase, unidos sin fisuras, pese a cambiar las marionetas, mantienen el mismo objetivo: sacaros todavía más beneficios, si cabe, que estos años atrás. Les dan igual los cientos de miles de euros de vuestros ingresos que habéis dejado por el camino pensando que así la fábrica continuaría produciendo. Tampoco se ruborizan ante los millones de euros de dinero público robados y perdonados que bien podían haber servido para reducir las edades de jubilación, aumentar las becas de estudio de vuestros hijos e hijas o mejorar la calidad de la atención sanitaria que recibe el pueblo trabajador. Ni siquiera les ha importado lo más mínimo solicitar la reducción de las exigencias medioambientales, tratando de involucrar a la comarca en un falso debate sostenibilidad-empleo propio de las contradicciones del capitalismo, pues no son ellos los que están pasando sus vidas encerrados tras esos muros o respirando la fábrica después que suene la sirena en vuestros barrios y pueblos.

La avaricia capitalista no conoce fin, como buenos parásitos del esfuerzo ajeno nunca tienen suficiente. Desde el mismo momento en que comenzaron a intuir que la plusvalía que obtienen en los procesos productivos (esos que solo vosotros y vosotras hacéis posibles) no iban a cumplir con sus expectativas de beneficio, no dudaron en cambiar el sistema de juego tratando de especular con los terrenos de la fábrica, condenando los destinos de 600 familias trabajadoras de forma directa y del resto del pueblo trabajador de una comarca ya de por sí machacada.

Mientras corren a protestar, unidos de nuevo, junto a otros representantes de la patronal ante el borrador del estatuto de los electrointensivos y el anuncio del Ministerio de Transición Ecológica de la rebaja de las ayudas a la cogeneración, no dan ni una sola explicación ante los más de 17 millones de euros que ingresaron entre 2017 y 2019 por encima del límite que fija la legislación en este aspecto. La dirección y el consejo de administración de SNIACE no han dejado ni un solo minuto de ingresar beneficios.En cambio, no dudan en cargar sobre las espaldas de la plantilla los porcentajes de crecimiento diseñados en sus despachos.

La dirección de SNIACE no solo os está castigando a la plantilla, sino que lo está haciendo con el conjunto del pueblo trabajador de la comarca, vosotros y vosotras mejor que nadie conocéis que el fallo concreto de una pieza del sistema de producción puede significar la ruina del sistema completo. Por si fuera poco, continúan riéndose a carcajadas de las administraciones local, autonómica y estatal.

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Si el Ayuntamiento de Torrelavega tuviera un verdadero interés en el futuro industrial de la ciudad y en la defensa de los puestos de trabajo de 600 familias, blindaría de forma inmediata los terrenos de la fábrica, evitando cualquier tipo de recalificación que permita al consejo de administración especular con ellos. Si el Gobierno de Cantabria tuviese algún interés en el futuro industrial de la planta y de la comarca, desarrollaría un nuevo plan industrial para Cantabria que asegure el futuro del sector, fomentando el uso de terrenos industriales en desuso, promoviendo la adaptación del tejido industrial a las nuevas necesidades productivas. Y, sobre todo, buscaría soluciones en vez de encogerse de hombros, atender únicamente a las demandas de la patronal y esperar a que pase el temporal mientras más de dos mil familias trabajadoras de la industria penden de un hilo en toda Cantabria. Si el nuevo Gobierno socialdemócrata de España no estuviera plegado desde el primer día a los intereses de los monopolios internos y externos, gestionando de manera amable y sonriente las voluntades de los capitalistas, habría mostrado algún tipo de preocupación en uno de los peores trimestres de la historia para la industria en Cantabria, aunque no fuese a profundizar más allá de la política de gestos y parches.

Nada podemos esperar de los diferentes gestores locales, autonómicos o estatales del capitalismo. Solo contáis, solo contamos, con la fuerza, el empuje y las ansias de justicia del pueblo trabajador organizado. Pese a esta realidad, exigimos a las administraciones que asuman su responsabilidad y aseguren que los acreedores cumplan, que se paguen absolutamente todas las deudas contraídas (incluidos tanto los trabajadores en activo como los antiguos), y para que sobre todo se garantice la viabilidad de la fábrica, que ha quedado de sobra demostrada durante años. También tienen la obligación de asegurar a la fábrica una actividad económica donde se garanticen todos los puestos de trabajo. No solo los actuales, sino que, además, cuando se vayan produciendo jubilaciones se continúe contratando y formando trabajadores jóvenes de la comarca.

¿Qué solución proponemos los comunistas?

La patronal y sus portavoces institucionales se van posicionando para afrontar una nueva crisis de sobreproducción y sobreacumulación del capitalismo que volverán a cargar sobre las espaldas de las familias trabajadoras si no lo impedimos. Advertimos al conjunto del pueblo trabajador en Cantabria que toda medida que no contribuya a mejorar nuestras condiciones de vida las empeorará irremediablemente.

Ante esta situación, el Partido Comunista – PCTE en Cantabria, lejos de proponer parches temporales a esta situación, hacemos un llamamiento a levantar las banderas de lucha en nuestros centros de trabajo frente a una patronal que sólo buscar obtener un mayor beneficio que conllevará el empeoramiento de las condiciones de vida de las familias trabajadoras en el actual escenario de propiedad privada de las empresas.

Si queremos una verdadera soberanía industrial y energética que sea respetuosa con nuestro entorno y garantice unas condiciones de vida dignas, para la clase trabajadora sólo puede caber un escenario: el de la nacionalización de los sectores estratégicos de la producción. Esa es la verdadera clave.

Ahora que los diferentes partidos locales, autonómicos o estatales en el gobierno, es decir los mismos que siempre han hablado de paz social y de la convivencia armónica entre explotadores y explotados, hablan de buscar soluciones. Seguramente nos encontremos con falsos parchazos que les permitan mantener sus intenciones de voto en las encuestas.

Veremos cómo se producirán reuniones en la que los responsables públicos interpretarán pactados tirones de orejas para reconducir la decisión. Asistiremos a intentos de condonación de deudas ante las administraciones. Aparecerán nuevos inversores caracterizados de filántropos que no dudarán en empeorar las condiciones laborales, incluso oiremos hablar sobre la supuestamente necesaria recalificación y venta de los terrenos para generar liquidez.

El Partido Comunista – PCTE es claro y contundente ante esta situación: la única solución de verdadero futuro para la plantilla de SNIACE pasa por la nacionalización de la fábrica y sus terrenos.

Pese al miedo impuesto a los procesos de expropiación (frente a las bondades y posibilidades que los gestores capitalistas aseguran ante las privatizaciones), las y los comunistas aseguramos que es la única salida de futuro por tres argumentos:

Torrelavega contará con un centro productivo que mantendrá viva la industria en la comarca; donde primará el criterio de producir en base a las necesidades concretas de la sociedad, incluyendo en esa filosofía unas condiciones dignas para sus trabajadores y trabajadoras, frente ala obtención de un mayor beneficio patronal.

El destino de los beneficios del proceso productivo será exclusivamente el de las arcas públicas, contribuyendo a la mejora de los servicios y coberturas públicas del conjunto del pueblo trabajador de Torrelavega.

Ya que fue el pueblo trabajador, represaliado por el franquismo, quien levantó la fábrica, y que ha sido el pueblo trabajador quien la ha mantenido en funcionamiento, al pueblo trabajador debe volver su propiedad, sin que la empresa obtenga ningún tipo de contraprestación, pues ha sido el dinero público, de vuestras espaldas y nuestros bolsillos, el que contribuyó al escaso mantenimiento de la fábrica.

Esa es la solución que la dirección y el consejo de administración de SNIACE no quieren que conozcáis, propongáis y defendáis, pues supondría su desaparición inmediata de la ecuación y hasta ahora les ha ido bastante bien, no como a vosotros y vosotras. Quienes no se dejan la vida en la fábrica no deberían decidir sobre vuestro destino ni el de vuestras familias.

Utilicemos toda la experiencia heredada de la historia de lucha y combatividad en los mejores años del movimiento obrero y sindical en vuestra fábrica, en la comarca y en toda Cantabria por la defensa de los puestos de trabajo y los derechos para empezar a plantar cara mañana mismo a quienes han estado recogiendo beneficios a costa de vuestro sudor y vuestra incertidumbre durante décadas.

Ha llegado el momento de que comiencen a comprender que, si todo lo producimos absolutamente todo lo hemos de decidir. Mientras que los capitalistas, empresarios y sus representantes políticos de uno u otro color nos roban día tras día y tratan de dividirnos, el Partido Comunista hace un reconocimiento y lanza un mensaje de apoyo inquebrantable en el combate al Comité de Empresa de SNIACE, como representantes de toda la plantilla. A su vez, hace un llamamiento a todo el pueblo trabajador en Cantabria a sumarse a esta lucha en defensa de la industria y los puestos de trabajo, iniciando un nuevo ciclo de movilizaciones en todos los centros de trabajo que nos lleve a organizar una contundente, y cada vez más necesaria, huelga general en Cantabria.

La clase obrera en guerra: SNIACE no se cierra.

Por un nuevo plan industrial para Cantabria.

Por una Cantabria para la clase obrera.

 

Comité de Cantabria del Partido Comunista de los Trabajadores de España.

En Torrelavega, a 15 de febrero de 2020.