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Sigamos luchando por un país para la clase obrera

 

Tras el amplio ciclo electoral vivido en nuestra región, donde se han sucedido todas las elecciones parlamentarias posibles, el PCTE ha tenido tiempo para analizar sosegadamente los resultados que arrojan los comicios. Una vez constituidos los ayuntamientos de nuestra región y a la espera del cierre de las negociaciones entre PP, Ciudadanos y VOX para la formación del gobierno regional, conversaciones que se entrelazan con las que mantienen las distintas formaciones políticas a nivel nacional.

El 26M se cerraba un ciclo electoral de dos fases, la primera correspondiente a las elecciones generales y la segunda a las autonómicas, locales y europeas. Tras el 28A y el 26M se inicia un nuevo ciclo político con la consolidación del PSOE frente a la nueva socialdemocracia y el oportunismo que solo aspira a un papel subsidiario de los primeros. El cielo ha quedado para algunos demasiado alto para tomarlo por asalto y se conforman con un papel más terrenal consistente en apuntalar la gestión socialdemócrata del capitalismo. Además del importante retroceso del espectro electoral de Unidas Podemos en las Generales, en nuestra región se suma su disgregación en varias fuerzas políticas que compiten entre sí. Por último, el hecho de que nuestra región albergue la capital del Estado, entremezcla los distintos planos electorales y difumina sus diferencias, lo que alimenta la confusión a la hora de dilucidar candidatos y proyectos políticos a los distintos niveles.

Al respecto del carácter de clase de las distintas fuerzas que concurrieron a las elecciones en 2015, su reconfiguración y la situación política que afrontaba nuestra región antes del ciclo electoral, el PCTE publicó una resolución política que consideramos en esencia plenamente vigente.

El aumento de la abstención en los distritos obreros de Madrid ciudad, que en los anteriores comicios se movilizaron para votar por Ahora Madrid y el retroceso a nivel autonómico evidencia la desafección que estas fuerzas políticas han generado en el seno de la clase obrera y el pueblo trabajador de nuestra región.

Toda vez que las promesas de cambio fueron truncadas por la imposibilidad de gestionar el capitalismo en favor de la mayoría social, sumado a las constantes disputas internas en el seno del espectro Unidas Podemos, su sumisión al PSOE y la contradicción existente entre el aumento de su radicalidad discursiva y su acción de gobierno, han llevado a esta fuerza a quedarse al borde de la barrera del 5% necesario para obtener representación parlamentaria en la Asamblea de Madrid.

Cabe señalar que el proyecto de Más Madrid, la otra rama de la nueva socialdemocracia en nuestra región, encabezado por Manuela Carmena e Íñigo Errejón, ha conseguido sostener su posición parlamentaria gracias a una importante derechización y un descarado apoyo mediático de importantes grupos empresariales como PRISA y A3Media, quienes directamente han incumplido la ley electoral ante el sorprendente silencio de la Junta Electoral Provincial, permitiendo la propaganda y presencia de Iñigo Errejón en debates electorales a pesar de no tener representación ni ser diputado autonómico durante la anterior legislatura.

En su viraje derechista bajo el argumentario de la transversalidad y con el objetivo de ensanchar su base de apoyo, el proyecto Más Madrid ha renunciado a toda aquella reivindicación con la que hizo campaña en 2015, siendo ejemplo de ello la vergonzosa defensa de la escuela concertada que han esgrimido durante los 15 días de campaña electoral. La más palpable evidencia de esta clamorosa renuncia a toda reivindicación de progreso en beneficio de la mayoría social ha sido su ofrecimiento a pactar con Ciudadanos los gobiernos de la región y el ayuntamiento de Madrid, buscando sostener su cuota de poder a toda costa y justificando la maniobra como un cordón sanitario a la extrema derecha, mientras se obvia que tanto Ciudadanos como VOX comparten en lo esencial el mismo programa de gobierno.

El PSOE vuelve a hacerse con el liderazgo del campo socialdemócrata gracias en buena parte a los llamados al voto útil “para frenar a la extrema derecha”, relegando a la coalición de Podemos, IU y sus fuerzas accesorias a una mera comparsa testimonial, aunque de manera insuficiente para alcanzar el control gubernamental de la región.

A su vez, el bloque liberal se ha visto fragmentado en 3 espacios, donde si bien el aumento exponencial de Ciudadanos y la caída del Partido Popular es notoria, no han sido suficiente para el pretendido sorpasso. Presumiblemente la suma de los tres partidos permitirá formar gobierno en la región, con la nota añadida del apoyo de VOX que a buen seguro obligará al resto de partidos a endurecer sus posicionamientos reaccionarios y fortalecerá la ofensiva de la patronal contra la clase obrera, poniendo encima de la mesa el programa de máximos de la burguesía.

A nivel municipal merece mención aparte, por su importancia, el Ayuntamiento de Madrid. Debido a que en la capital sí se produjo el sorpasso socialdemócrata al PSOE en 2015, el llamado al voto útil se ha concentrado en la candidatura encabezada por Manuela Carmena. Esta concentración de votos basada en la lógica del mal menor para “frenar a las derechas” no ha evitado el incremento de la abstención en los barrios obreros y la pérdida de apoyos para Más Madrid, con un cierto trasvase a IU Madrid en Pie que ha protagonizado un rotundo fracaso tras el intento de distanciamiento del gobierno de Ahora Madrid, a pesar haber formado parte del mismo durante 4 años, aunque la suma aritmética de los votos de ambos tampoco hubiese alcanzado los niveles de Ahora Madrid en 2015 y permitido con ello el gobierno de la nueva socialdemocracia y el oportunismo apoyado en el PSOE.

El intento de Pedro Sánchez por relanzar al PSOE en la ciudad a través de la figura independiente de Pepu Hernández ha sido del todo inútil. Una vez certificado el desalojo del liderazgo socialdemócrata en la ciudad, el partido socialista carece de los necesarios apoyos entre los grandes capitalistas para recuperar su posición, relegando su utilidad como fuerza política a la mera supervivencia de su aparato interno.

A pesar de la victoria de Manuela Carmena, no ha logrado ser investida alcaldesa y ha renunciado a su condición de concejala. El pacto entre PP, Ciudadanos y VOX, ha aupado a Martínez Almeida a la alcaldía de la ciudad, con un reparto de consejerías entre los dos primeros y con puestos de segunda línea para los terceros.

Al margen de Madrid capital, las disputas internas en el espectro Unidas Podemos se han reproducido de forma generalizada en muchos otros municipios. En los municipios donde Podemos e Izquierda Unida han sostenido gobiernos del PSOE, podemos observar una tendencia generalizada al fortalecimiento del PSOE y el retroceso de los primeros.

En aquellos municipios donde el espacio Unidas Podemos alcanzó el gobierno municipal en 2015 la tendencia ha sido la de experimentar severos retrocesos e incluso perder alcaldías, por lo que se demuestra lo efímero de los avances en el terreno electoral sin una fuerza política organizada con presencia en el movimiento obrero y popular y, sobre todo, sin la voluntad de utilizar la presencia institucional para fortalecer las luchas de la clase obrera, limitándose a una gestión más amable del capitalismo.

El PSOE experimenta un gran fortalecimiento a nivel local llegando a los 653 concejales, gobernando la mayoría de los principales municipios de la región, al margen de la capital, aunque aun por detrás del PP. Los municipios que conserva son Alcalá de Henares (acuerdo de investidura con Unidas Podemos), Coslada (gobernará en coalición con Podemos y Más Madrid), Móstoles (gobierno en coalición con Podemos y Ganar Móstoles), Fuenlabrada, con mayoría absoluta, Getafe, en minoría como fuerza más votada, Leganés (con la combinación del apoyo de Ciudadanos y Leganemos-Más Madrid) y San Sebastián de los Reyes, gracias a la abstención de Ciudadanos.

En Alcorcón y Parla recupera la alcaldía de manos del PP con el apoyo de las fuerzas de la nueva socialdemocracia. En Pinto, también suma el apoyo de estas fuerzas, que gobernaron en el periodo anterior. Gobernará también Galapagar y San Fernando de Henares, otro municipio que pierden las fuerzas de la nueva socialdemocracia, estos con Ciudadanos, algo que también ocurrirá en Alcobendas, turnándose en la alcaldía y a pesar de ser el PP la fuerza más votada. Aranjuez es el municipio de mayor importancia que pierde el PSOE, que queda en manos del PP, a pesar de haber sido la primera fuerza.

El PP se mantiene como primera fuerza en las municipales con 762 concejales, más de 200 menos que en 2015. Torrejón de Ardoz se mantiene como un bastión del Partido Popular en pleno Corredor del Henares, donde revalida y amplía su mayoría absoluta. El PP conserva sus feudos en el oeste metropolitano, salvando la mayoría absoluta en Boadilla, aunque perdiendo la mayoría absoluta en Pozuelo, donde gobernará en minoría, como en Las Rozas. En Majadahonda han alcanzado un acuerdo de gobierno con VOX. En el norte, conservan la alcaldía en Collado Villalba, gracia al apoyo de Ciudadanos y Vox, en Colmenar Viejo (en coalición con Ciudadanos) y en Tres Cantos con mayoría absoluta.

Ciudadanos se hace de nuevo con la alcaldía en Valdemoro tras la moción de censura vivida a mitad de mandato, con el apoyo del PP y VOX, a pesar de haber ganado las elecciones el PSOE. Pierde Arroyomolinos a favor del PP, pero se hace con la alcaldía de un total de 10 municipios, destacando además de Valdemoro, Paracuellos del Jarama, Torrejón de la Calzada o Villarejo de Salvanés. Mención aparte merece Villaviciosa de Odón, donde ocupará la alcaldía siendo tercera fuerza en las elecciones y con el apoyo de PSOE, Más Madrid y Vox.

Izquierda Unida mantiene la alcaldía en Rivas, municipio en el que concurrió con Más Madrid y Podemos lo hizo en otra candidatura, pero gobernará en solitario. El retroceso de Izquierda Unida en cuanto a representación en los ayuntamientos de la Comunidad es muy severo, pasando de 152 a 57 en este periodo, 18 como Izquierda Unida y el resto en coalición. Esta formación, en alianza con la nueva socialdemocracia ha perdido también la alcaldía de Ciempozuelos, apoyando al PSOE para este mandato. En Pezuela de las torres gana IU, aunque no gobernará, algo que sí ocurrirá en Corpa con mayoría absoluta.

Peor parado ha salido incluso Podemos, cuya única alcaldía en la Comunidad de Madrid será en Pedrezuela, municipio serrano de 5.613 habitantes donde ya gobernó la nueva socialdemocracia hasta una moción de censura a mitad de mandato, en gobierno de coalición con el PSOE. En Serranillos del Valle mantiene el gobierno una marca apoyada por Podemos y en Batres, la marca de Podemos ADB se ha hecho con el gobierno municipal con el apoyo del PSOE y VOX.

VOX no se hace con ninguna alcaldía en nuestra Comunidad, pero tendrá presencia en muchos gobiernos y su influencia creciente no es una buena noticia, en ningún caso. El fascismo organizado mantiene su influencia en el este madrileño. España 2000 pierde su concejal en Alcalá de Henares, en gran parte por la irrupción de VOX, mantiene el concejal en San Fernando de Henares, aumentando en número de votos, suma un segundo concejal en Velilla de San Antonio, duplicando el número de votos. Gracias al apoyo del PP, España 2000 gobernará en Los Santos de la Humosa, donde mantiene los 3 concejales a pesar de un ligero retroceso en número de votos. A pesar del crecimiento del poder institucional del PSOE, en parte por la fragmentación del voto entre PP, Ciudadanos y VOX, el avance de posiciones reaccionarias entre el pueblo trabajador es un hecho y si bien hoy no se traduce en un avance del fascismo organizado, es un caldo de cultivo peligroso antes las políticas antiobreras que aplicarán los gobiernos de la vieja socialdemocracia apoyada por la nueva socialdemocracia y el oportunismo.

En líneas generales se observa como la reorganización política en el campo de la nueva socialdemocracia ha devenido en su paulatina dispersión y cada vez menor influencia. Tras años donde ha servido como válvula de escape para el descontento social que generaron las duras medidas anti-obreras y anti-populares implementadas tanto por el PP como por el PSOE a lo largo de la crisis, sirviendo como agente desmovilizador mediante promesas de cambio que no se han visto materializadas, la nueva socialdemocracia entra en franca decadencia tras frustrar las expectativas generadas y sumida en un constante proceso de refundación de nuevas marcas electorales sin proyección alguna. En este contexto, el PSOE vuelve a ocupar el liderazgo del campo socialdemócrata recuperando el control de buena parte de los ayuntamientos más importantes de la región y ocupando un papel predominante en el parlamento autonómico.

Todas esas esperanzas frustradas y promesas incumplidas hacen aumentar la apatía y la resignación entre la clase obrera y el pueblo trabajador, principales protagonistas de la abstención. El PCTE considera responsable de esta situación a quienes prometieron imposibles y hoy se echan las manos a la cabeza cuando la abstención permite a los liberales volver a los gobiernos municipales y autonómicos, esta vez de la mano de la extrema derecha. Si hoy VOX ha entrado en los gobiernos de nuestra región y ha visto incrementada su influencia se debe principalmente, aunque no en exclusiva, a las mentiras y falsas promesas vertidas por la nueva socialdemocracia y el oportunismo. Fracasados los intentos imposibles de cambio institucional en favor de la mayoría social, el PCTE reiteramos que no cabe otra opción que la organización a todos los niveles de la clase obrera y el pueblo trabajador en aras de retomar con fuerza la senda de la lucha.

Nuestros resultados electorales son absolutamente insuficientes. Aun nos queda una inmensa labor de explicación de nuestras posiciones, desconocidas para buena parte de la clase obrera y el pueblo trabajador, tal y como expresa en el número de votos recogido por el PCTE. Consideramos, a pesar de ello, de vital importancia mantener una posición política propia que garantice la independencia de la clase obrera frente a las tendencias, corrientes y organizaciones que expresan los intereses de otras clases sociales. En un momento político especialmente convulso, es más necesario que nunca que la clase obrera se encuentre con una fuerza que exprese y defienda a las claras sus intereses objetivos en el plano político, situando la necesidad de superar el actual marco capitalista que condena a la inmensa mayoría de la población de nuestra región a nuevas cotas de pobreza y miseria. El PCTE aspira a ser esa fuerza política y redoblará sus esfuerzos para seguir organizando a la clase obrera y las capas populares en la perspectiva de conquistar un país para la clase obrera.

Estamos muy satisfechos por el trabajo realizado, con la presencia en nuestras listas electorales de grandes luchadores y luchadoras de nuestra clase, con las decenas de actos, mítines, puestos informativos, repartos de octavillas que han dado a conocer al Partido en muchos nuevos puntos de nuestra región y con el apoyo recibido, que ha sido mucho mayor que el reflejado en votos. Los miles de votos a nuestras candidaturas y el ligero crecimiento del 28A al 26M nos impulsan para seguir trabajando.

El trabajo desplegado a lo largo de 3 intensos meses de campaña electoral a todos los niveles ya está teniendo un reflejo en el refuerzo organizativo del Partido y la Juventud, con la incorporación de nuevos militantes y la creación de nuevas células que permitirán aumentar exponencialmente el trabajo político en el seno del movimiento obrero, en las facultades e institutos y en los barrios y municipios de toda la región.

Frente a los duros tiempos que parece depararnos el horizonte político cercano, con gobiernos marcados por planteamientos reaccionarios que trabajarán por redoblar el grado de explotación que sufre nuestra clase, por continuar el proceso de privatización de nuestros servicios públicos, por profundizar en la desindustrialización de nuestra región, que degradarán todavía más nuestras condiciones de vida y que atentarán contra los derechos políticos y sociales de todo el pueblo trabajador, especialmente de los trabajadores migrantes y las mujeres trabajadoras, el Partido Comunista de los Trabajadores de España hace un llamamiento a la organización para redoblar la lucha a todos los niveles.

Llamamos a todo aquel que confía en nuestro programa para la acción a que tome las riendas de su futuro fortaleciendo las filas del Partido Comunista. Necesitamos reforzar el partido de la clase obrera, con más células en los centros de trabajo y en los barrios obreros, convirtiéndonos en el elemento determinante para que dejemos de retroceder en derechos y libertades, sirviendo como un foco para reforzar el sindicalismo de clase en cada empresa, el movimiento estudiantil organizado, la lucha popular en los barrios y municipios, la organización de las mujeres trabajadoras y de los pensionistas. Sólo reforzando el PCTE estaremos apostando decididamente por la vía de la lucha organizada para la conquista de un país para la clase obrera.