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La Cumbre de la OTAN, que tiene lugar el 29 y 30 de junio en Madrid, es un paso más en la escalada de agresión de la OTAN contra los pueblos, pero también en la intensificación de la competencia imperialista, que se manifiesta actualmente en el conflicto militar imperialista en Ucrania.

La Cumbre de la OTAN pretende modernizar la doctrina de la OTAN, peligrosa para el pueblo, y fortalecer la agresiva estrategia “OTAN 2030”. En el contexto de dicha estrategia, se legitiman las Fuerzas de Reacción Rápida de la OTAN y se multiplica por diez para superar 300.000 soldados, centrándose en la zona de guerra de Europa oriental. Se ha apoyado de manera sistemática la entrada de Suecia y Finlandia a la OTAN con el objetivo de fortalecer el cerco a Rusia. Se ha fomentado la expansión de su actividad por todo el mundo ya sea de forma independiente o junto a otros países, codiciando la región del Indo-Pacífico en el marco de la competencia entre EE.UU. Y China. Los planes mencionados se acompañan de enormes programas de armamento y la escalada de amenazas nucleares mientras los gobiernos burgueses, liberales y socialdemócratas, anuncian uno tras otro su creciente implicación militar en la guerra imperialista en Ucrania con el dinero de los pueblos.

El conflicto entre imperialistas anuncia una agudización peligrosa e impredecible de su confrontación por los recursos de producción de riqueza y las esferas de influencia, por la cual los pueblos pagarán de forma multifacética.

Los pueblos de Europa pueden trazar su propio rumbo de separación de los planes imperialistas; por la paz, la cooperación, la lucha conjunta por sus derechos y la separación de la OTAN y la UE, en lucha contra la barbarie capitalista.