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Desde hace años la plantilla de Corrugados Getafe lucha contra el cierre de la planta y por el sustento de las más de 150 familias trabajadoras que dependen actualmente de ella. Hoy se enfrentan al que podría ser el cierre definitivo de la fundición si la lucha obrera no lo impide.

El PCTE quiere expresar su solidaridad y total apoyo a la plantilla y exige la continuidad de la planta, en la actual ubicación u otra alternativa cercana, así como el mantenimiento de todos los puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.

Corrugados Getafe supone la única fundición siderometalúrgica dedicada en la Comunidad de Madrid a la transformación de restos metálicos en acero, lo que por su propia actividad la convierte en un elemento indispensable en el proceso de reaprovechamiento de los restos metálicos resultantes de otras actividades. Además la planta de Corrugados Getafe es viable y rentable, en términos estrictamente capitalistas. Su cierre viene motivado por otras razones.

El desarrollo inmobiliario descontrolado, bajo la lógica de maximizar las ganancias capitalistas, provoca desde hace años que los espacios destinados a la actividad industrial se vayan viendo mermados. A medida que la ciudad “se come” los polígonos industriales, las actividades habituales se van viendo expulsadas en pro de nuevas construcciones residenciales y dotaciones de servicios. Este proceso cuenta en multitud de ocasiones con el beneplácito de los propios propietarios industriales, que aprovechan la ocasión para embolsarse pingües beneficios especulando con los terrenos de su propiedad. Quienes pierden la partida son los trabajadores y trabajadoras, que se ven desahuciados de sus empleos y sectores y empujados a otros marcados por mayores cotas de explotación, temporalidad, trabajo a demanda y precariedad laboral.

Aquellos espacios que no son útiles para el desarrollo urbano de las ciudades acaban destinados al uso logístico, donde importantes monopolios copan todo el espacio de uso industrial con grandes naves en alquiler, cuyo destino es albergar actividades logísticas. Este proceso se produce gracias a una apuesta del gobierno central y del gobierno autonómico por hacer de España, y dentro de esta el centro peninsular, un importante corredor de mercancías a nivel europeo y mundial. Por eso, ante cada nuevo cierre industrial, ni el gobierno de Ayuso ni el de Pedro Sánchez hacen nada por evitarlo. Por encima de las sobreactuaciones y los enfrentamientos mediáticos, ambos gobiernos comparten la defensa del sentido de la marcha del capitalismo en nuestro país.

En Corrugados Getafe todo este proceso ha abocado a la factoría a las puertas del cierre. Un Ayuntamiento muy interesado en la expansión inmobiliaria, unos capitalistas interesados en especular con el suelo y unos gobiernos a su servicio generan el caldo de cultivo perfecto para que 150 familias se vean en la calle. La única vía para evitarlo pasa por una importante movilización de la plantilla, respaldada el resto del movimiento obrero y sindical.

El PCTE llama a toda la clase obrera y el pueblo trabajador a expresar su solidaridad con la plantilla de Corrugados Getafe y secundar todas las acciones que se convoquen para evitar el cierre de la planta.

Hay una alternativa a la vida que nos imponen, marcada por la precariedad y la pobreza. Una alternativa donde la mayoría social que representamos las trabajadoras y trabajadores tenemos el control de qué sucede en la sociedad y en nuestras vidas, donde la economía se desarrolla al servicio de las necesidades sociales y no del beneficio de unos pocos parásitos y especuladores. Esa alternativa pasa hoy necesariamente por levantar una oposición obrera a los planes de los capitalistas y sus gobiernos, una oposición que confronte cada nuevo ataque, venga de donde venga, desde la organización, la lucha, la unidad y la solidaridad de clase.

Corrugados ya se cerró una vez y la lucha obrera volvió a abrirla. Que la lucha impide que se cierre nuevamente.

SOLIDARIDAD CON CORRUGADOS GETAFE

VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA