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migijon se hace eco de la campaña en Asturies

José Iván Fernández Andrade, candidato asturiano de la formación marxista-leninista al Congreso, ve en su partido la única fuerza «capaz de ofrecer una alternativa al consenso capitalista»

En la extensa historia política española no son pocas las formaciones que, desde principios del siglo XX, han ostentado en su designación, de un modo u otro, el término ‘comunista’. El primigenio Partido Comunista Español, el Partido Comunista Obrero Español, el aún activo Partido Comunista de España… La lista es abultada, fruto de sucesivas evoluciones, escisiones, fusiones y adaptaciones a los tiempos. El último de ellos, descendiente directo de la estirpe ideológica a la que Karl Marx y Friedrich Engels dieron la vida con su ‘Manifiesto del Partido Comunista’ en 1948, es el Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE), autoproclamado «la única fuerza marxista-leninista organizada en todos los territorios del país». De cara a los comicios del 23 de julio, esa presencia se ha hecho realidad en 33 de las 50 provincias, una cifra a tener en cuenta si se considera que, en sus primeras elecciones, concurrió en 27 territorios. Y que, en el caso de Asturias, tiene en José Iván ‘Tote’ Fernández Andrade (Carreño, 1980) a su aspirante a sentar plaza en el Congreso de los Diputados.

Surgida el 3 de marzo de 2019, después de que su secretario general, Ástor García, encabezase la escisión de parte del también operativo Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), la agrupación encabezada por Andrade en el Principado no se aleja del ideario fundacional del movimiento, y su máxima, en palabras del aspirante asturiano, no es sino lograr «la socialización de los medios de producción, situando los recursos al servicio de las necesidades del pueblo». Ni Andrade, ni los suyos se engañan sobre la dificultad de semejante desafío; sobre todo, en un mundo en el que el capitalismo parece haber ganado la batalla. No obstante, «en España y en todo el planeta el capitalismo ha alcanzado su plena explotación; está en un momento complicado, con tremendas dificultades para reproducir su capital, y eso lleva a situaciones de riesgo para el conjunto de los pueblos», asegura. La única alternativa viable sería un modelo socialista, pues, «al dejar de jugar un papel económicamente relevante la pequeña burguesía, no existe un paso intermedio, como en otros tiempos lo fue la democracia antimonopolística y popular».

A juicio de Andrade, en el espectro político actual ni el PSOE, ni Sumar cumplen con esa pretensión; más bien todo lo contrario. Porque, en el caso de la primera de esas fuerzas, los de Pedro Sánchez ofrecen «un modelo socialdemócrata que representa los intereses de los grandes monopolios y de los empresarios de nuestro país, junto con el otro partido de la oligarquía, que es el PP; ambos mantienen posiciones claras y concordantes en lo que llamamos el consenso capitalista». Poco mejor es lo que desde el PCTE pueden decir de la plataforma que capitanea Yolanda Díaz, y que no deja de ser «una muleta del PSOE, que consolidará su poder». Sobre todo, a la vista de la realidad que recoge, dejada por un Podemos que, «desde que introdujo a sus políticos en las instituciones, produjo un cambio sustancial a favor de las grandes mayorías. Eso sin contar conque, aun yendo de adalides de la paz, forman parte de un gobierno que nos mete de lleno en la guerra de Ucrania, que ha participado en la organización de la última cumbre de la OTAN y que, al final, sitúa a España en el punto de mira de un conflicto que puede generalizarse».

En el centro de la mesa, ‘Tote’ Fernández se dirige a la militancia durante una charla informativa celebrada hace escasas fechas.

Frente a quienes ocupan la trinchera de la izquierda nacional, el bloque de la derecha está aprovechando ese caladero en el que nadan «la desesperanza y la desilusión que produjeron en el pueblo la imposibilidad de que la socialdemocracia y Podemos llevasen adelante sus promesas». De nuevo, Andrade y su equipo ven en ello una voluntad por parte del PP y de Vox de mantener el ‘statu quo’ del momento e, incluso, de favorecer aún más a ese capital al que desde el PCTE han declarado una guerra sin cuartel. «Seguimos hablandos de los partidos del consenso capitalista; de los que solicitaron que, en plena pandemia, se mandase a los trabajadores a los centros de trabajo sin protección, o se inyectasen miles de millones de euros a las empresas para estabilizar sus inversiones», plantea. El gran perjudicado no es sino el sistema público. Tal como reflexiona, «en los últimos doce o trece años no hemos visto que tengan que cerrar clínicas privadas, pero sí la precarización de la sanidad pública».

Así las cosas, la esperanza de Andrade ante los comicios generales es lograr los suficientes apoyos para reforzar sus siglas y aportar lo que consideran una oposición real. «Estamos creciendo; quizá no todo lo deprisa que nos gustaría, pero el avance del PCTE es constante y seguro», afirma. Máxime en un momento de extrema polarización entre ambos bloques que, sin embargo, el candidato de la formación comunista interpreta como «artificial y creado. Lo hemos visto con la última reforma laboral: la teatralización de la votación en el Congreso, las posteriores declaraciones de Alberto Núñez Feijóo diciendo que la derogaría, el aviso de Antonio Garamendi de que ni tocarla, y el reciente cambio del PP hacia el apoyo». Ante semejante tesitura, para Andrade es imperativo el crecimiento de partidos como el que encabeza en Asturias. «Ofrecemos un programa político de lucha para que haya un cambio a favor de los sectores obreros. Nuestra meta es simple: mejorar las condiciones de vida del conjunto del pueblo».