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Cantabria y Madrid, Torrelavega y Griñón, Aspla y Schneider. Dos conflictos que estos días están teniendo lugar en ciudades distintas, con reivindicaciones diferentes, pero bajo la misma concepción de que nuestros derechos, los de la clase obrera, deben conquistarse, arrebatarse a través de la lucha, de esa “guerra de guerrillas” entre el trabajo y el capital.

Los trabajadores de ambas empresas están haciendo frente a sendos ataques de la patronal, los primeros inmersos en una huelga indefinida que ya dura más de dos semanas para exigir un mejor convenio, que entre otras mejoras recoja una subida salarial que garantice el IPC; los segundos enfrascados en una dura lucha en defensa de sus empleos y contra la deslocalización de la planta que dura ya más de un año.

Dos ejemplos más de la única salida que el capital nos ofrece los trabajadores: o un paulatino deterioro de nuestras condiciones laborales o el paro. Afortunadamente cada vez somos más los que decimos “¡basta!” y tomamos conciencia de que con unidad y determinación, rearticulando nuestra organización y acción política desde los centros de trabajo, somos imbatibles y podemos conseguir cualquier objetivo que nos propongamos.

El convenio colectivo de Aspla y un plan industrial que garantice el futuro de la planta de Schneider en Griñón son solo el primer paso para darnos cuenta quienes somos los realmente imprescindibles, los que generamos todas las riquezas, y, por tanto, estamos en el legítimo derecho de tomarlas en nuestras manos y administrarlas en beneficio de toda la sociedad, sacudiéndonos a los parásitos que lo único que nos ofrecen es miseria o paro.

Llamamos por ello a todos los trabajadores a solidarizarse con los compañeros y compañeras, a publicar notas y videos de apoyo, a difundir su conflicto, etc., porque su lucha es la de todos, la de toda la clase obrera, que se solidariza orgullosa con aquellos que son un ejemplo porque no se resignan y plantan cara a la patronal.

¡CON NUESTRO PAN NO SE JUEGA!

Oficina de prensa del PCTE