El Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE), ante las últimas informaciones sobre el futuro de la planta de Nissan en Los Corrales de Buelna y el anuncio de la llegada de una caravana de trabajadores de la planta de la multinacional en Barcelona, considera necesario trasladar algunas consideraciones al respecto.
Nissan ha llevado a cabo una nueva embestida contra sus factorías en España, con la excusa del nuevo ciclo de crisis capitalista acelerada por la pandemia, planteando el cierre de la planta de Barcelona (con despidos que afectarán a 3.000 familias trabajadoras de forma directa y unas 25.000 de forma indirecta), o la reducción de líneas y condiciones laborales en el resto de plantas (incluida la de Los Corrales de Buelna), tratando de asegurar sus cuentas de beneficios, que en 2019 rondaron los 2.700 millones de euros. La avaricia de la patronal no tendrá fin si no hacemos algo para remediarlo.
Saludamos la convocatoria de la caravana desde Barcelona hasta Los Corrales de Buelna como una forma de lucha completamente legítima en defensa del futuro y los puestos de trabajo de casi 30.000 familias trabajadoras. Y a su vez, rechazamos frontalmente todas aquellas informaciones aparecidas con el objetivo de enfrentar a las familias trabajadoras de ambas factorías.
Esta no es una cuestión territorial entre diferentes plantas, esta es una cuestión de clase: entre quienes producimos y los parásitos que viven de nuestra producción y deciden en sus despachos sobre el futuro de nuestras familias. No caigamos en falsos debates instigados por la patronal: los diferentes grados de ataques, precarización, competencia y/o despidos entre factorías son una vieja estrategia de la patronal para dividir al conjunto del pueblo trabajador.
De esta forma controlan la rabia, tratan de limitar la respuesta obrera y fomentan las falsas expectativas de futuro, pese a que la historia ha demostrado que toda promesa hecha por la patronal solo significa aplazar lo inevitable: no hay futuro para las familias trabajadoras bajo el capitalismo. Si Nissan quiere división, debemos responder con la unidad de Comités de Empresa y plantilla, organización, solidaridad y lucha sin cuartel en defensa de los puestos de trabajo. La lucha en Nissan es, y será, una sola. Y cuantos más trabajadores y trabajadoras estemos implicados, antes podremos inclinar la balanza a nuestro favor.
No podemos seguir viviendo bajo el eterno chantaje de las multinacionales con nuestros puestos de trabajo. Los acuerdos temporales, donde siempre pierde la misma parte, la nuestra, acaban siempre igual pese a lo que puedan aportar a corto plazo: como un nuevo punto de partida para otra reducción de condiciones laborales y sin despejar las dudas sobre los planes de futuro de los consejos de administración.
Es hora de decir basta, de dar un puñetazo en la mesa y exigir de forma inmediata un proceso de reindustrialización, tanto en Cantabria como en el conjunto de España. Debemos elevar la presión sobre las administraciones públicas para que la producción de este sector estratégico pase a ser nacionalizada. Durante décadas se han inyectado miles de millones de dinero público a las multinacionales para que les sea rentable producir en nuestros territorios. No podemos aceptar otra solución: de nada servirá la reducción de salarios, de líneas de producción, regalar horas, volver a subvencionar la producción o cualquier otro parche temporal. Los capitalistas seguirán apretando sin piedad, echando sobre nuestras espaldas el incumplimiento de sus expectativas en las cuentas de resultados.
La propuesta que hace el PCTE es la misma en cada nuevo caso de deslocalización: que los directivos se vayan, pero las fábricas se queden nacionalizadas bajo control de sus trabajadores. Mientras que el poder siga residiendo en el dinero, mientras las fábricas se sigan regulando bajo el modelo capitalista, las familias trabajadoras continuaremos enfrentándonos ante los mismos callejones sin salida. NISSAN nos demuestra, una vez más, que dentro del capitalismo no hay salida para la clase trabajadora.
El PCTE en Cantabria llama a toda la plantilla de NISSAN en Los Corrales y al conjunto del pueblo trabajador en Cantabria, a redoblar la presión a las instituciones y a solidarizarse con la lucha de la planta de Barcelona: apoyando sus medios de lucha, la huelga indefinida y la caja de resistencia con una única exigencia: Reindustrialización, nacionalización y control obrero de la producción.
Comité de Cantabria del PCTE
29 de junio de 2020