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La plantilla de Schneider Griñón continúa con las movilizaciones contra la deslocalización del trabajo en la planta que supone la pérdida directa de 82 puestos de trabajo. La multinacional lleva años quitándole carga de trabajo a la planta, condenando al paro a trabajadores mientras aumentan sus ya de por sí abultados beneficios.

Este conflicto se enmarca en una región que sufre desde hace tiempo un proceso de desindustrialización muy acentuado en el marco de la división internacional y nacional del trabajo, donde la periferia madrileña está condenada a ser un gran almacén logístico levantado sobre la base de la precariedad, la temporalidad, el trabajo a demanda y los bajos salarios. Es por ello que el conflicto de Schneider en Griñón es un conflicto que afecta directamente a toda la clase obrera madrileña.

Ante el anuncio de más despidos, el comité de empresa ha respondido movilizando a los trabajadores y convocando paros. La gran labor del comité a la hora de movilizar y organizar a la plantilla, junto a la unión de los trabajadores, supuso un éxito rotundo de las convocatorias de huelga.

Así mismo, el comité de empresa, gracias a la presión de la plantilla y el buen trabajo sindical, consiguió elevar sus demandas a las administraciones públicas. Se convocaron diferentes movilizaciones ante la Embajada Francesa; el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo; el Ayuntamiento de Griñón y la Asamblea de Madrid. Las reuniones mantenidas con los diferentes cargos públicos, cuyo objetivo último es conseguir de la multinacional un plan industrial que garantice el futuro de la planta, todavía no han dado sus frutos, por eso es necesario mantener la presión por parte de los trabajadores y seguir luchando hasta conseguir el objetivo. Un objetivo que depende fundamentalmente de la confianza en nuestras propias fuerzas, de seguir manteniendo la presión organizados en los sindicatos de clase y manteniendo a toda la plantilla unida bajo la defensa de sus propios intereses.

Desde el Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE), seguiremos dando nuestro apoyo a los trabajadores de Schneider Griñón en su lucha por garantizar sus puestos de trabajo y su futuro. Este no es un caso aislado, sino uno más donde la clase obrera sufre las consecuencias del sistema capitalista, donde las empresas intentan aumentar sus beneficios de manera infinita año tras año, aunque para ello la clase obrera tenga que sufrir condiciones de miseria en su trabajo y sus condiciones de vida.

La lucha es el único camino para conquistar nuestro futuro, un futuro sin explotación y con unas condiciones de vida dignas para la clase obrera. La lucha de la plantilla de Schneider en Griñón es un nuevo ejemplo que demuestra que, ante el poder de los capitalistas y sus gobiernos, se puede oponer el poder organizado de la clase obrera. Que es posible no sólo disputarles una parte de sus ganancias o alterar sus planes de deslocalización, sino disputarles el poder en sí mismo. Para ello es necesario el Partido Comunista de los Trabajadores de España como herramienta con la que hacer avanzar cada conflicto, construir la unidad de nuestra clase y organizar la lucha revolucionaria en todo el país.

¡Por el futuro de la planta de Schneider Griñón y de la industria! ¡Hasta la victoria!