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Fernández Mañueco y su Gobierno quieren hacer pagar triplemente la crisis del coronavirus a los trabajadores sanitarios de Castilla y León. Primero, les expuso a la enfermedad desprovistos de EPI; después, les abocó a una previsible segunda ola sin contrataciones de personal suficiente; y, ahora, plantea una reducción de derechos laborales.

Y es que los últimos días la Junta de Castilla y León decidió romper de manera unilateral las negociaciones con los representantes de los trabajadores de la sanidad imponiendo el Decreto 2/2020 que supone una pérdida de derechos relativas a permisos, jornadas y conciliación.

Pronto se han olvidado que ha sido el sistema sanitario público el que nos ha salvado de unas consecuencias aún peores. Los que se han dedicado a privatizar la sanidad, los que han negado la falta de recursos, los que continúan anteponiendo los intereses privados a los sociales, nos piden una vez más que aguantemos con sus recortes, ¡a pesar de habernos jugado la vida y en ocasiones perderla!

Exigimos a la Administración que deje de gobernar solo para la patronal y que ejecute con carácter inmediato las siguientes medidas:

– Recuperar el diálogo con los representantes de los trabajadores de la sanidad para asegurar unas condiciones de trabajo dignas en cuanto a jornadas, conciliación, permisos y salario.

– Contratación del personal sanitario y asistencial necesario para cubrir las deficiencias y necesidades para hacer frente a la crisis sanitaria.

Intervención de los 18 centros sanitarios privados que existen en Castilla y León sin compensación económica alguna.

Hay culpables de esta crisis. Y no somos los trabajadores y las trabajadoras que estamos en primera línea de combate de la COVID-19 ni aquellos que se ven obligados a trabajar hacinados, pero a vivir confinados. Los culpables están en las instituciones centrales, autonómicas y locales gestionando los intereses del capitalismo. En nuestra mano está hacerles frente y dejarles bien claro que no pagaremos esta crisis con nuestra salud ni con nuestros derechos.