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En plena segunda ola de coronavirus y ante las recientes medidas para un confinamiento de clase en la Comunidad de Madrid, el PCTE y los CJC hacemos un llamamiento a la clase obrera y a todo el pueblo trabajadora rechazar este nuevo ataque.

El Gobierno Central y el Gobierno Regional son corresponsables, cada uno desde sus competencias, de las terribles consecuencias que la pandemia está generando en Madrid. Ambos responsables de descargar las consecuencias de la crisis económica sobre la clase obrera y los sectores populares, de anteponer las necesidades de los capitalistas por encima de la salud del pueblo.

A esto se añade la enorme incapacidad en la gestión sanitaria del gobierno de la CAM. No se mantuvieron las plantillas de refuerzo contratadas durante el pico de la pandemia. No se ha recuperado la Atención Primaria, ni si quiera en los términos gravemente deficitarios previos a la Covid19, y se mantienen cerradas las urgencias ambulatorias. Se ha continuado con el cierre estival de camas hospitalarias, las no sustituciones de personal y la privatización de los servicios públicos, aprobando toda una serie de contratos con empresas privadas como Ribera Salud o Quirón Salud. Todo esto provoca que no se haya aliviado la situación de la sanidad madrileña durante el valle epidémico del coronavirus, situando hoy a Madrid de nuevo al borde del colapso sanitario.

La escalada de medidas para controlar la epidemia adoptadas por el Gobierno Regional, que llegan hasta el reciente confinamiento selectivo por áreas sanitarias, tiene por objetivo garantizar la producción y distribución de mercancías manteniendo a la clase obrera en sus puestos de trabajo a toda costa. Además, trata de ofrecer cierta sensación de seguridad para mantener el consumo, asegurando así la realización de la plusvalía.

La incidencia acumulada en los barrios y municipios de extracción obrera ha resultado muy superior a la media por razones que eran más que previsibles: hacinamiento urbano, aglomeraciones diarias en el transporte público fruto de la falta de medios y personal, falta de medidas efectivas para la vuelta a las aulas, así como las propias condiciones de trabajo en las empresas, donde los protocolos de prevención frente a la Covid19 no se cumplen. La ganancia del empresario y las necesidades de la producción capitalista se imponen sobre nuestra salud allí donde no hay fuerza organizada de la clase para hacerle frente.

Los barrios obreros sufren a raíz de estos datos una campaña de criminalización que no tiene en cuenta ninguno de los condicionantes señalados. Esta campaña ha sido la antesala necesaria para justificar el confinamiento selectivo de más de 800.000 personas en sus barrios.

Las instituciones burguesas y sus gobiernos a todos los niveles ya se están preparando para hacer cumplir por la fuerza el confinamiento selectivo, como demuestra el equipamiento de pistolas táser para la policía municipal de Madrid o el respaldo que desde el Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno en Madrid se ha dado al confinamiento de clase, reforzando con más efectivos la Policía Nacional y la Guardia Civil en la CAM. El previsible recrudecimiento de la represión debe ser respondido  contundentemente desde la movilización popular.

Hacemos un llamamiento a rechazar este confinamiento de clase, que se implanta sin adoptar las medidas necesarias de fortalecimiento de la sanidad pública, de refuerzo del transporte público, de garantías para una vuelta segura a las aulas y de cumplimiento riguroso de las medidas de prevención en el ámbito laboral. Rechazamos estos confinamientos porque anteponen las necesidades de la producción a nuestra salud y llamamos al pueblo trabajador a movilizarse para tumbar tales medidas.

Hoy se extiende la exigencia de la dimisión de Isabel Díaz Ayuso, como cristalización de un amplio rechazo popular a la nefasta gestión de su gobierno, mientras la oposición parlamentaria maniobra junto a otros actores sociopolíticos para una moción de censura que necesariamente tendrá que contar con la complicidad de Ciudadanos. El PCTE advierte sobre el peligro de este tipo de movimientos, que centran la responsabilidad en una única figura, eximiendo de responsabilidad al resto de actores en el gobierno de la CAM y que destierran del debate político las reivindicaciones que emanan del propio pueblo trabajador.

Los comunistas planteamos la necesidad de aumentar el nivel de conflictividad y generalizar las movilizaciones ante las consecuencias de la crisis económica y sanitaria. Llamamos a la lucha en todos los centros de trabajo, institutos, universidades, barrios y ciudades de la región para derrocar a un Gobierno Regional enfrentado a la salud, los derechos y la vida de todo el pueblo trabajador madrileño.

Llamamos a intensificar la movilización con el objetivo de implementar de manera inmediata las medidas necesarias que garanticen la salud y los derechos de la mayoría obrera y popular:

  • Suspensión del confinamiento de clase e implantación inmediata de medidas efectivas en los centros de trabajo, en el transporte público y en los barrios obreros que antepongan la salud pública a los beneficios empresariales. La salud del pueblo lo primero.
  • Nacionalización del sector sanitario privado, las residencias de mayores y los sectores sociosanitarios, incorporando a todas las plantillas a la sanidad pública, poniendo el sistema de salud bajo control de los trabajadores. Todos los recursos sanitarios bajo control obrero.
  • Suspensión inmediata de todos los procedimientos de desahucio en residencia habitual. Intervenir y poner inmediatamente a disposición de las necesidades de habitabilidad del pueblo los hoteles y viviendas vacías en manos de bancos y fondos de inversión, sin indemnización alguna. Ni una familia trabajadora sin casa.
  • Puesta a disposición de todos los medios necesarios para las redes de apoyo mutuo, despensas solidarias y bancos de alimentos que hoy alimentan a miles de familias trabajadoras en la región. Ni una familia trabajadora pasando hambre.

 

NO PAGAREMOS ESTA CRISIS NI CON NUESTRA SALUD NI CON NUESTROS DERECHOS